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-89- Esta estadística nos dice que sobre 404 misioneros, el promedio de la edad en que marcharon a misiones fué de 34 años y pudieron trabajar un promedio de 23 años. (Becker.) No haya pues escrúpulos, oh aspirante de edad madura, sobre todo si te sientes fuerte de cuerpo y lle– no de entusiasmo en el alma, y aún cuando no pu– dieras trabajar bajo el fuego del enemigo en l&s avan– zadas, hay muchos otros sitios en los que podrás de– sempeñar un gran papel. En todos los Vicariatos exis– ten Seminarios, está fundada la Santa Infancia, hay or– fanatorios, hospitales, colegios y conventos de religio– sas, en todos los cuales se necesitan Directores, maestros, profesores, catequistas, etc. Y estos oficios que podrían desempeñarse muy bien por personas de edad y aún enfermos, deben a veces confiarse, por fal– ta de personal adecuado, a misioneros jóvenes, con gran detrimento de la misión. Pero aparte de esto, hay en todas las misiones, misioneros más entrados en años que tú, tal vez menos robustos que tú y que sin embargo trabajan alegremen– te y convierten gran número de almas. 3. º La edad madura y el estudio de la len– gua .-La única dificultad algo seria, que pueden opo– "ner los tales aspirantes, es el estudio de la lengua. Ciertamente, que el que no puede aprender una lengua, siquiera al menos para hacerse entender, no tiene, hu– manamente hablando, probabilidad de éxito y por esto

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