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-234- CAPITULO XXVII El buen ejemplo y la mortificación del nuevo Misionero. 1. 0 -Spectaculum mundo et angelis et homínibus.- 2.º-Cómo distinguen los paganos un ministro del error y un ministro de jesucristo.-3.º– Algunos consejosprácticos.-4.º-Semper mor tificationem Iesu in corpore nostro circunfe– rentes.> t.º «Spectaculum mundo et angelis et homini• bus.-La obra difícil y hasta cierto punto peligrosa de la conversión de los paganos, no es la ocupación propia de un joven misionero al principio de su ministerio. Es fácil comprender que, desconociendo el ambiente donde ha de desarrollar su celo, cometería mil faltas de pru– dencia y discreción y se pondría en preligro de hacer mucho mal, en vez del bien que en su ignorancia pre– tendía. El nuevo misionero ha de resignarse al principio a ver trabajar a los otros, manteniéndose él en observa– ción y predicando a su alrededor con el buen ejemplo. Es decir que antes de ser «lux mandí» debe contentarse con iluminar «omnibus qui in domo sunt», criados, ca– tequistas y feligreses y esté seguro que con sólo esto po– drá realizar un fructuoso apostolado.

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