BCCCAP00000000000000000000185
-224- de tu peregrinación. Ya es la administración de un Sa• cramento que te retendrá fuera de casa dos o tres días; ya la fundación dé una nueva cristiandad: hoy tendrás que partir para inspeccionar una escuela; mañana para ver de arreglar un litigio, urt escándalo, que se ha pro– ducido entre tus subordinados; vendrá después el tiem– po de misionar por tu jurisdicción o de acudir al lugar donde están tus Superiores para hacer los Ejercicios es– pirituales o por cualquier otro motivo, como ser, visi– tar a un hermano de misión, curar de una enfermedad y aun realizar una excursión con fines científicos o sim– plemente de recreo. En suma, para no cansarte dema– siado, estarás tú también, como San Pablo, durante to– do tu apostolado «in itineribus saepe» y mucho más si te toca ejercer el ministerio, como sucede casi siempre, en lugares donde escasean los obreros evangélicos. En este caso, tu campo de acción no tendrá otros límites, q11e t11« fuP1"'7<1S Y t11 f'P.!o. 2. 0 Lema del joven misionero: «Sin miedo y sin taclza.-Sea como quiera, prepárate, oh hermano, a sufrir¡mucho en tus viajes apostólicos. A veces te en– contrarás ya cansado, mucho antes de;hacer la mitad del camino; será de noche y no hallarás una choza hospita– laria que te reciba, teniendo que pernoctar en cualquier cueva o tugurio abandonado; te sorprenderán las lluvias y no tendrás nada con qué protegerte; emprenderás largos y costosos viajes para atraer al buen camino una oveja perdida y te recibirán con suspicacia, con frialdad
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz