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-223- CAPITULO XXVI El Misionero en viaje. 1. 0 «In itineribus saepe.,-2.º Lema del joven mi– sionero: «Sin miedo y sin tacha.-3. 0 Primer con– sejo: prepara tu pequeño bagage antes de salir. -4.º Segundo consejo: no seas demasiado pre– cipitado.-5.º Tercer consejo: lleva contigo la menos gente posible.-6.º Cuarto consejo: país donde entras, alimento que encuentras.-7. ° Có– mo toma posesión de su reino un buen misionero. 1. 0 -«Jn itineribus saepe.-Misionero es lo mis– mo que viajero; viajar siempre ya a pie, a caballo, en en barca, sobre las aguas de los ríos, lagos y mares; viajar en litera, en carro, en trineo, y a veces en los có– modos departamentos de un ferrocarril o en las cabinas de los grandes vapores modernos; viajar contínuamente de día y de noche, bajo todos los cielos y en todas las naciones. Aun en esto es el misionero una copia exacta del Divino Maestro, cuya vida pública puede compen– diarse en dos palabras: «pertransiit benefaciendo.» Es el continuador de los Apóstoles, los cuales a imita– ción de jesucristo «predicaron y evangelizaron por to– das partes» repartiéndose entre ellos, después de Pen– tecostés, toda la tierra conocida. También tu barca, oh hermano, ha de surcar muchos mares antes de llegar al puerto y podrás, comoJacob, contar tus años por los días,