BCCCAP00000000000000000000185
-191- haz que los corrija otro misionero más antiguo; si son incorregibles, toma otros; pero... ama, ama siempre, aunque te excedas en el amor, porque el amor es la fuerza, el secreto del misionero. católico. Pero si eres tú el que forma corrillos con una o dos personas, sitie- -nes con ellas amistades particulares, si tu afecto es ex– cesivo y lo observan los demás, si sobre todo, sientes que tu pobre corazón se turba al recuerdo o en presen– cia de una persona, ¡oh! entonces ¡máquina atrás! mi querido hermano, y a todo vapor, porque si el odio nos llena de hiel, el amor impuro nos arroja de un golpe en el desaliento y la desesperación. Si yo volviera a rehacer mis años de misionero, me impondría como obligación estrechísima el no dar de– masiada confianza a nadie, porque la excesiva confian– za con las criaturas desagrada a Jesús y hace que falte– mos al respeto que nos debemos a nosotros mismos y debemos también a los demás. No ignoro que la confianza suele disfrazarse con frecuencia tomando las apariencias de un mayor celo y presentando como excusa la necesidad que hay de atra– erse el afecto de los criados, sobre todo jóvenes, con el fin de conducirlos más fácilmente a Jesús. Tal con– _fianza, si hasta cierto punto es laudable, debe no obs– tante vigilarse mucho, para que no pase los límites tras los cuales se esconden los apetitos carnales y en ellos la concupiscencia, aunque se trate de la carne inocente y angelical de los jovencitos. Por otra parte en los paises infieles, todos, padres, hermanos, cuñados, vecinos tienen la inmoral costumbre de excitar por todos los medios imaginables los cuerpos
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz