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-184- CAPITULO XXII La nueva familia del misionero. J. 0 Será como él quíera.-2. 0 El amor a los sir– vientes.-3. 0 Los dos medios del diablo.-4. 0 El trato con las mujeres.-5. 0 Lleva a tus fa– miliares ajesús. 1. 0 Será como él quiera.-El nuevo rn1s10nero antes de ser jefe de una cristiandad, empieza por ser padre de una pequeña familia de personas, que le pre– paran la cocina, le hacen las compras, la limpieza de la casa e iglesia, le sirven de intérpretes, de porteros, de catequistas, de maestros, de bautizadores, de guías y compañeros de viaje etc. Esta familia será generalmen– te como cada uno se la quiera formar, venal e interesa– da, si se le trata como gente venal y asalariada; adicta y cariñosa, si se le trata con afecto de padre. Muchos son los privilegios que tiene el misionero, pero no tie– ne ni tendrá nunca el de hacerse amar, siendo autorita– rio, soberbio, caprichoso e irascible. Todos los hombres tenemos nuestras faltas, y las personas que viven con el misionero no son una ex– cepción de la regla, pero puedes estar seguro que la

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