BCCCAP00000000000000000000185

-117- Pero no hay que creer que al demonio se le pueda lanzar siempre a fuerza de frases y razonamientos bien dichos, pue.s los hay que resisten hasta a los exorcis– mos y al agua bendita. Algunos enemigos desaparecen por sí mismos, como empujados por algún misterioso conjuro de Dios, mientras se resisten con tenacidad du– rante largo tiempo, vuelven a ganar el terreno perdido y desaniman con su obstinación aún a los santos más fervorosos. Contra esta clase de enemigos es ne– cesario saber colocar bien las baterías, usarlas con cri– terio y constancia y valerse de toda la técnica espiri– tual que ponen a nuestra disposición no solo la fe;y la gracia, si que también el estudio, la ciencia y todos ¡los otros medios ordinarios. Por otra parte hay también almas que buscan sin– ceramente 1a verdad, pero que no se rinden sino hasta después que se les ha demostrado su evidencia. Para llevar estas almas a Jesucristo no basta el estudio del dogma solamente, el cual, como esos rayos de luz de– masiado viva, enceguece y deslumbra a los que no lo conocen, sino que se requiere además mucho método y caudal de otras ciencias, que son fruto de largos y pro– fundos estudios. 2. 0 El misionero y las ciencias auxiliares.– Mas después de las ciencias sagradas y morales, el mi– sionero debe entregarse con amor al estudio de otras materias, que tienen con las misiones un parentesco muy estrecho y que, al mismo tiempo, son de la mayor uti-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz