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-114- CAPITULO XIV Una cuestión de gran importancia 1. 0 El misionero y las ciencias eclesiásticas.-2.º El misionero y las ciencias auxiliares.-Unas palabras muy bien escritas. 1. 0 El misionero y las ciencias eclesiásticas. -Afirmar que ei misionero catóiico tiene necesidad de poseer un cierto grado de conocimientos científicos, es enunciar un axioma de sentido común. Aún San Fran– cisco Xavier, que para la evangelización de la India se contentaba con misioneros de una ciencia menos que ordinaria, quería que para el Japón se enviaran sujetos dotados de conocimientos y estudios más que ordina– rios. Hoy la mayor parte de las misiones se encuentran en condiciones de desarrollo científico no inferiores al Japón del siglo XVI. No obstante, para evitar en los jóvenes incertidum– bres, temores y quién sabe si hasta resoluciones daño– sas, me atrevo a afirmar que en tierra de infieles, como en todas partes, una es la misión del hombre de ciencia y otra muy distinta la del misionero. Aquel busca ante todo descubrimientos, honores, riquezas y va armado de microscopios, compases, termómetros, ácidos, ma– pas y además de mucho dinero. El misionero, por el contrario, hace muy diferentes preparativos y el cruci– fijo que le entregan y que él coloca amorosamente so-

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