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-102- CAPITULO XII El cuarto escrúpulo del misionero El temor de las privaciones e incomodidades. 1. 0 Almas generosas y almas tímidas.-2. ºQaé es la vida de misión.-3. 0 El ejemplo de los otros.-4. 0 Lenguaje del verdadero apóstol. 1. 0 Almas generosas y almas tímidas. -Hay al– gunas almas tan nobles y generosas, que se ofenden an– te cualquier sospecha que se tenga respecto a su buena voluntad. Son almas, que no necesitan de acicate, que las mueva. El deseo de padecer y de padecer.mucho por Jesucristo y las almas, les hace desear con ansias la tie– rra de misión como si fuera un campo ideal, para el desa– rrollo de sus grandes aspiraciones. Pero no todos son así. Existen también espíritus tímidos e indecisos, que huyen como Jonás del rostro del Señor, que los llama al apostolado, y para justificar su cobarde conducta, se atrincheran tras el baluarte de sus vanos y efímeros temores. No es que en realidad sean cobardes-a los cobardes no h;:iy más que repetir– les la palabra de Gedeón: «Retiraos.»-son sencilla– mente almas pusilámines. Las lecturas misionales, que excitan y agrandan en otros el entusiasmo, producen en ellos el efecto contrario, levantando en su espíritu es– pesas nubes de dudas, de sospechas, de temores, que
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