BCCCAP00000000000000000000169
Obras espú– reas de San Buenaventura. 98 INTRODUCCION A LA MISTICA FRANCISCANA la pluma de Fray Rodolfo de Bibraco, autor tam– bién del famoso libro De septem itineribus aeterni– tatis ( 1). El libro llamado Vitis mystica, que es una infla– maoión espiritual del que ha hecho especial uso la Iglesia para varias lecciones del Breviario, se atribuyó por mucho tiempo a San· Bernardo, pero es incuestionablemente de San Buenaventura. Debemos recordar aquí las obras que se le adjudi– caban al Santo Doctor sin ser suyas. Eso obedecía al predicamento superior en que se le tenía a San Buenaventura para escribir •obras de mística. Acabamos de señalar el libro De septem itineribus aeternitatis, obra escrita en 1350 por Bibraco. El doc– tor Hamon en un artículo sobre el éxtasis, se la atri– buye todavía a San Buenaventura (2). El Stimulus Amoris que tanta boga tuvo en la Edad Media, se debe a Fray Santiago de Milán, aunque el mismo Santiago de Marchia se lo atribu– ya a San Buenaventura. Aparecen dos códices de este libro : uno del siglo XIII que empieza «Primo studeat quantum possit», y otro del siglo XIV que es más amplio. Los Padres de Quaracchi lo han edita– do en el tomo V de 1a Biblioteca ascética Medii Aevi ( 1905), conforme a los manuscritos de. Munich, (1), El Padre Ferrando, O. M., tradujo en 1913 el tra– tado de los VII dones, como también Figuras de la Euca– caristía (1914) y el Decálogo explicado, del Seráfico Doctor. (2) Véase artículo extase en Dic. theol. cathol., V. 1891.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz