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Eximeno. 152 INTRODUCCION A LA MISTICA FRANCISCANA místicas de la historia; mas a pesar de todo, aún queda sobre el tapete la duda si fué en el año XXV «aetais suae» o «profesionis suae». Volvemos a advertir que no es nuestro intento re– señar a todos los místicos, sino a los principales, tanto de la primera como de la segunda época. Por eso de– .hemos omitir a Angel Clareno, Eustaquio de Arras y <otros, para rematar esta parte con el insigne Eximeno. Hay dos Eximenos, ambos a dos ilustres, Fran– cisco y Juan. Aquél escribió mucho, y entre otros libros la Vida de Cristo, 1404, que dedicó a Pedro de Artes y que el Rey Don Martín I, el Humano, de– seó poseer. Juan fué confesor de la Reina, mujer de Martín I, y escribió a ruegos de pe_rsonas reales el libro de Contemplación o de la Santa Cuaresma, que lo dedicó al monarca con el título de Cuarentena de contemplación, que parece haber sido en mucha parte extractado del Arbor vitae de Casal. Las obras de Fray Francisco son: Li,bre dels An-. gels, escrito en 1392, Libre des dones, Scala Dei o Tractat de conteniplacio, Tractat de la passio, Vida de Jesucristo (1406), Crestia, que es una enciclope– dia mística. Scaw Dei fué dedicado a Doña María de Luna, Reina de Aragón. Fray Francisco aparece durante el cisma de oc– cidente en una situación comprometida como par– tidario de los Lunas y de Benedicto XIII. Esto era explicable por su amistad con el Infante don Juan y con los reyes de Aragón, que le colmaron de ho– nores. Ya en el año 1397, segundo del reinado, Don