BCCCAP00000000000000000000169
126 INTRODUCCION A LA MISTICA FRANCISCANA tes ni se favorezcan, sino que se acuda en consulta a algún varón docto. El Padre Harpio reconoce dos vías : «humana quae per creaturas in Deum tendit y mystica quae affectu amoris ad Deum ascendit (1).» El que haya sido puesta: en el Indice de aquella edad no ,debe extrañarse, y fué una precaución útil. El nombre del Padre Granada también estuvo pues– to en el Indice. El Padre Melchor Cano decía hi– lando muy delgado, que los libros del Padre Gra– nada contenían doctrinas de alumbrados y otras contrarias a la fe. Pero eran exageraciones que ins– piraban los peligros que corrían de alumbrados. Por este mismo temor fué encarcelado en Sevilla por breves días el mismo Padre Juan de Avila, hoy Beato, y Fray Luis .de León en Salamanca, etc. David de Au- Fray David de Augusta, de quien hemos tenido gu 5ta • que hacer mención anteriormente, es uno de los mís– ticos más fuertes y sesudos ( t 1272). El libro que el abad cisterciense Conrado de Brundelsheim escri– bió con el nombre de Librum de septem graáibus, es imitación del tratado que Fray David redactó De VII gradibus orationis, como acertadamen~e piensa el doctor Boeckl. Fué nuestro eximio místico ami– go y maestro del celebérrimo Bertoldo de Ratis– bona, de grandísima influencia benéfica entre los místicos alemanes. Fray David es también autor del Profectu religio– sorum y del Speculum novitioru1n, porque siendo ( 1) Líber 2, Pars III, cap. XXX y sig.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz