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NUES1'RA GAiaERIA DE MISTICOS INFLUYENTES Hl5 teligencia y la cultura estorben la piedad y el amór, pero muchas veces es una verdad que no puede du– darse ,que el intelectualismo excesivo .seca los jugos del corazón y hace indevotos. Sin embargo, la cues– tión de si la piedad debe ser antiintelectucdista o nó, tuvo origen en los monasterios de Alta Baviera y de la Baja Austria, entre 1451 y 1460. Los prin– cipales actores en el debate fueron Vicent, cartujo de Aggosbaoh ( antiintelectualista) y Bernard de Wagirig, benedictino de Tegernesse. En el debate intervino Nicolás de Cusa y se dice que escribió este libro: De doctia ignorantia, antiintelectualista mode– rado. Fué como una solución seráfica. El doctor E. Vainsteenberghe escribió sobre el tema en nuestros mismos días ( l), y se concluye por ahora que en efecto, el libro extraño pero realmente docto, es de Nicolás de Cusa, que estuvo en continua relación con los benedictinos de Tegernesse, Vainsteenber– ghe saca a luz los escritos provocados por la polé– mica por uno y otro bando y hace intervenir en la contienda a un doctor de Munich, amigo de los fran– ciscanos de aquella ciudad, donde obtuvo para Te~ gernesse el libro De gradibus virtutum o lvber con– temp,lationum, donde se defendía la teoría del inte– lectualismo moderado. Con razón dudó el C~rdenal de Cusa que este libro fuese del Seráfico Doctor, aunque en él se defendiese su punto de vista. El tra- (1) 1915. Autour de la docto lgnorance. Une contra– verse sur le theologie mystique au XV siecle.