BCCCAP00000000000000000000169

116 INTRODUCCION A LA MISTICA FRANCISCANA plicaran ellos mismos a Aristóteles. El peligro esta– ,ba en la innovación. Es indudabíe, pues, el influjo que ejerció San Buenaventura con sus obras. León XIII en una alocución dijo que este Doctor Seráfico fácilmente merece el honor del prfocipado y de la realeza, sobre todos los místicos. Lo volve– mos a recordar con fruición. El florilegio de la espiritualidad franciscana crea– do y desarrollado bajo la enseñanza de estos íncli– tos doctores y de los teólogos que le siguen, es in– mensamente rico. El Rmo. Padre Sinforiano de Montibus desenvolvió este asunto «juxta seraphicum doctorem ( 1) » en varios números de nuestro Ana– lecta. El Padre Ubaldo de Alenzón, O. M. C., en sus f.,ecciones de historia francisca:na, dadas en París en 1918, ricas de instrucciones dignas de atención a este respecto, trae notas apreciables. Nuestrüs jóvenes deben leerlas para empaparse en el verdadero franciscanismo. Algunas dile- Se nos podrá pedir al cerrar este capítulo, en qué rencias escolás• ~, · · 1 d'f · b l ' ticas en mis- teonas pnnctpa mente se 1 erencia a la teo ogm. tica. :franciscana respecto a la tomista en relación con la mística. Lo hemos esbozado en la primera parte. Sin embargo daremos una ligera explicación, remi– tiendo para el estudio de otras diterenciaciones a (1) Cfr. Anail. O. M. C. XXXVII-XXXVIII, 1921- 1922.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz