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237 Las dos yerbas· cocidas se ponen tibias bien .abrigadas con pafí:o de lana .•o bayeta. De dos en dos horas se humedecen las dos yerbas con la misma agua de ellas sin quitarlas de la fistula, así por entr.e los pafios.. Dos· o tres veces sl día .se puede cambiar esta ca– taplasma por otra de las mism_as yerbas, y así seguir uriQs díás. En ocho días sanó CO!llpletamente y el médico cirujano que fué a verla, al saber su mejoría dijo: -Luego se le abrirá, pues por dent,ró quedó el pús. •· · -La cicatriz no tiene mal cariz ... veremos más ·tarde lo que resalta, agregó la mamá de la. nifiÍ:!. -Algo hay que decir para _salvarse,·. afiadí yo, al oír el cuento~ ,r ... Pasaron: tres afios y la nifía creció sana y r(')busta sin sefí:ales. de regreso a la gangrena ni trast9rno ·de Ja vejiga. ' ' FISTUL'A SUPERIL, DE ÜNA NIÑITA DE 10 AÑOS En el Salto.del Laja, donde estoy hospedado, me pre. senta una abuelita a su niet&. U. y me dice: · -¿Que le pondremos aquí a esta chiquilla·que no pue– de ni -.andar? · -.Así veo que cojea y están tan tristes Uds ... -¡Si me duele mucho!--agrega la chiquilla haciendo pu--– cheritos, upenada y enternecida. -Pues luego te quitaré el dolor; verás. . .. . La fístula 1a tenía entre piernas y estaba ya gangre– nada.