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5 5 3o. Cómo se observan el Manual Seráfico y el Ceremonial litúrgico. Pedimos a Jesús y María bendiga a V. R. y a sus súbditos. Afino, siervo en el Sexior. Fr. José Calasanz de Llevaneras, Visit. Gen. Extraño no haya respondido a mi carta de Barcelona. Dígame si la recibió. * * * * fCarta al P. Eduardo de Pego sobre el P. Cayetano de Igualada (8 marzo 1893)1 Roma, 8 marzo 1893. R. P. Eduardo de Pego, Presidente de Sanlúcar. Carísimo Padre Presidente: Sabiendo y constándonos que el P. Cayetano de Igualada mantiene correspondencia epistolar con el perturbador y díscolo P. Eutimio, cuyas acciones de rebeldes manejos son conocidos desde varios años por la S. Sede y la Curia General, habiendo ya sido castigado dicho P. Eutimio alguna vez por su maní de hipócritas y revoltosas cartas, en las cuales suelen abundar las palabras pobreza y ob ­ servancia, que él profana con su mentirosa pluma, constándonos además que este P. Eutimio dirige correspondencia a casa de persona de esa ciudad, que no es de N. Orden, para que ésta sin conocimiento de los Superiores la haga llegar a ios que se­ cundan los planes y proyectos insensatos y calumnias de dicho P. Eutimio y sus mali­ ciosos o engañados cooperadores, mandamos a V. R. diga o escriba al P. Cayetano de Igualada estas palabras: "El P. Visitador y Comisario General me ordena comunique a V. C. que le prohíbe absolutamente toda correspondencia epistolar con el P. Eutimio, religioso capuchino francés, y sus contados secuaces, com o también el recibir de ellos directa o indirectamente impresos y otros escritos que le han mandado o mandare el P. Eutimio o cualquier otro cooperador del mismo P. Eutimio, cuyas insensatas cartas no son cosas de hoy solamente sino una como monomanía antigua muy conocida de la S. Sede y de la Orden desde años". Mandamos, además, a V. C. nos informe de la pronta y fiel observancia de lo que aquí prescribimos, lo cual se extiende a todos los demás religiosos del convento de Sanlúcar sin excepción, aunque lo escribimos expresamente para el P. Igualada, cuyas cartas o manejos incitando contra la obed iencia a los nombramientos de Superiores de Vuestra Provincia y si puede de las otxas) conocemos desde tiempo. Triste oficio ha escogido el P. Igualada y otros que conocemos al ser el corifeo, instrumento de otros corifeos de renitencias, rebeliones y sofismas canónico-capuchi- nos contra el virtuosísimo, justísimo y ejemplarísimo Sucesor de N. P. S. Francisco y sus cooperadores en la dirección general o parcial de la Orden; Dios le castiga permi­ tiendo que en su rencor contra la Curia General sea colega de él un P. Eutimio, hombre conocido bastante generalmente como un conjunto de insensatez, ignorancia petu­ lante y maliciosa hipocresía con que profana los nombres de las virtudes de pobreza, austeridad y observancia (mezcla informe de ignorancia y orgullo). Aunque ya os hemos mandado cesar toda correspondencia con este P. Eutimio en carta al P. Provincial para que lo comunicara, hemos querido dar providencias es-

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