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5 3 * * * * [CARTAS DEL P. CALASANZ DE LLEVAÑERAS, VISITADOR GENERAL. SOBRE ASUNTOS DE LA PROVINCIA DE TOLEDO (1893)] [Carta al P. Fidel de Alcira ind icándo le que no se de ie engañar 0 1 9 3 1 1 1893 R. P. [Fidel de] Alcira, Guard. de Antequera (Reservado) P. José Calasanz de Llevaneras, Visitador Gen. de los Capuchinos de España, le advierte que esperando (inútilmente) pescar en agua turbia, hay alguien que refiere a buenos Padres, hasta a Superiores locales de esa Provincia proposiciones de Superiores contrarias al aprecio y amor que dichos buenos Padres creían les tenían los Superiores, con depravado fin de irritar al Prelado inferior contra el Superior, al súb­ dito contra el Prelado. Esté, pues, V. C. atento a no dejarse sorprender por tan indig­ nos manejos, y avíseme de cuanto suceda sobre este punto y otros de importancia para la paz y caridad fraternas y confianza debida a los Superiores Mayores. Oremos por los pobres ciegos sembradores de discordias e inventores de ca­ lumnias. Espero que me dé aviso de cumplirse cuanto ordené sobre el P. que maneja dineros y Agencias, etc., etc. ★ ★ ★ ★ [Carta al P. Fidel de A lcira sobre el con ven to de Antea uera (1 0 feb re ro 1893)1 Roma, 10 febrero 1893. R. P. Guardián de Antequera. Para cumplir con nuestro cargo y lograr que el guardianato de V. C. sea rico en frutos espirituales, le indicaremos brevemente lo que según las cosas que hemos visto o sabido más necesitan ser atendidas en esa santa casa. I o. Sea inexorable en exigir la observancia de las leyes de la orden y por lo mismo del manual, que es su compendio, y en este caso como en los demás puntos no tolere en nadie críticas, reticencias o voluntarios descuidos. Y ya sabe V. C. que aún el las leyes que no obligan bajo pecado, el desprecio de la ley o del legislador es fácil­ mente pecado mortal; si esto no se olvidase serían más mortificadas ciertas lenguas. .Al celo, pues, de V. C. confiamos la corrección de cuanto haya que corregir en la suya para que amándole más que temiéndole sus súbditos, sea V. C. obedecido con pronti­ tud y aun con cariño. 2o. No tolere abusos de locutorio y visitas, ni permita que se falte a la ley de sa­ lir con compañero. Una visita de más de 1 /2 hora es ordinariamente reprobable en todo fraile y más si estas visitas dadas o recibidas son frecuentes. Haga, pues, guerra [APCV 0 3 1 / 4 ]

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