BCCCAP00000000000000000000154

406 LA ANTIGUA PROVINCIA CAPUCHINA DE NAVARRA Y CANTABRIA Ya se ha dicho más arriba la parte que los mismos tomaron en la evangelización de los infieles de las costas occidentales del Africa y en diferentes regiones de América. Mas debe advertirse que el trabajo en las misiones extranjeras representa sólo una parte de su apostolado. El campo principal donde aquellos antiguos Padres realizaron su labor en bien del prójimo fueron las ciudades, villas y lugares de Navarra y Guipúzcoa. Fué allí donde con incesante afán esparcieron abundante­ mente la palabra de Dios para la edificación e instrucción de los fieles, para el acrecentamiento de la piedad y de las virtudes cristianas, esas virtudes que hasta el día se han conservado en ambos pueblos mejor acaso que en cualquiera otra región de España. La predicación más importante, por aquellos tiempos, era la pre­ dicación cuaresmal y la del Adviento. A llí donde la Ciudad o Villa ejercía el patronato de la Iglesia — caso muy frecuente en Navarra y en Guipúzcoa— , la designación del predicador correspondía al Ayunta­ miento, que era quien erogaba el estipendio correspondiente. A estos sermones asistía el pueblo entero y, ocupando un sitial preferente, el alcalde y la Corporación municipal. Los sermones cuaresmales y de Adviento, en las iglesias parroquia­ les de Rentería, Fuenterrabía, Peralta, Cintruénigo, Los Arcos, Lerín y Valtierra, estuvieron a cargo de los capuchinos desde su establecimien­ to en dichos lugares. En forma casi permanente estuvo encomendada a los capuchinos la predicación de cuaresmas y advientos en las villas guipuzcoanas de Oyarzun, Guetaria, Hernani, Pasajes de San Juan; así como en las villas navarras de Alio, Aoiz, Arróniz, Larraga, Lodo­ sa, Lumbier, Miranda y Puente la Reina. E l P. Buenaventura de Aoiz predicó dos cuaresmas en Pamplona, dos en Tudela y otras más en diversas ciudades y pueblos de Aragón. La fundación del convento de Tafalla fué fruto de la predicación cua­ resmal de los Padres Diego de Tudela y Francisco de Tudela. El Padre Jaime de Corella predicó dos cuaresmas en el Real Hospital de Zara­ goza y otras dos en Corella, su ciudad natal. Su hermano el P. Manuel predicó varias cuaresmas en Pamplona con extraordinario fruto espi­ ritual. En 1739 la ciudad de Estella tuvo por predicador cuaresmal al Padre Celedonio de Calahorra. Los habitantes del valle navarro de Araiz oyeron en su propia lengua vascongada los sermones de cuaresma predicados por el P. José de Añorbe el año 1761. En el mismo santo tiempo de Cuaresma dejóse oír en Pamplona, en Tudela y otros lugares de Navarra la voz del notable predicador P. José de Tafalla. En los siglos X V II y X V III comienzan a introducirse entre los

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz