BCCCAP00000000000000000000154

20 LA ANTIGUA PROVINCIA CAPUCHINA DE NAVARRA Y CANTABRIA garon a España y todavía no habían traspasado los límites de Catalu­ ña. Su prestigio, en cambio, crecía de día en día y se desvanecían anti­ guos recelos. Prelados y gobiernos mostraban ya mayor benevolencia para admitirlos en sus jurisdicciones. Llegó por fin la hora de disemi­ narse por los demás pueblos peninsulares. Comienza un nuevo período de dieciséis años, dentro del cual la Congregación capuchina se habrá establecido sólidamente en los reinos de Valencia, Aragón y Navarra, en la Provincia de Guipúzcoa, en las dos Castillas y en Andalucía. I. Debe tenerse por principal fundador de la provincia de Valen­ cia al Padre fray Juan de Alarcón o de Tordesillas, hermano del Padre Arcángel. El fue el primero que dió impulso a la obra y quien la rea­ lizó con su autoridad de prelado provincial. Deseando la propagación de la Orden —dice el cronista—, «procuró fundar en Valencia y dar allí principio a una nueva provincia. Mas, como se le ofrecieran tantas difi­ cultades que juzgase ser imposible vencerlas él solo, se valió del arzo­ bispo de Valencia y su autoridad, que era el Patriarca Don Juan de Ribera, varón insigne en piedad y virtud, y de quien el Rey Don Fe­ lipe II tenía gran concepto» *. Con la ayuda del Arzobispo y la que tam­ bién prestó el Duque de Lerna, virrey en aquel reino, venciéronse todas las dificultades y contradicciones que hubo para introducirse los capuchinos en Valencia. Obtenido el consentimiento del Rey, el celosísimo Pastor Don Juan de Ribera dirigió una instancia al Capítulo General en 1596, suplicando encarecidamente que, para mayor gloria de Dios y bien espiritual de sus fieles, se le enviaran algunos religiosos capuchinos, prometiendo él de su parte dispensarles la más decidida protección 5. Poco antes de aquella asamblea general de la Orden había falleci­ do en Roma el Provincial de Cataluña fray Francisco de Figueras. El nuevo General, Jerónimo de Sorbo, nombró por su Comisario en aque­ lla provincia al P. Juan de Alarcon, presente en Roma como vocal del capitulo, con orden de que, en llegando a su provincia de Cataluña, convocase el capítulo. Era también voluntad del P. General que el nuevo Provincial y nuevos Definidores del próximo capítulo enviasen algunos religiosos a Valencia para fundar un convento en aquella ciu­ dad y dar asi principio a una nueva provincia en aquel reino. En 2 de agosto del citado año 1596 hallábase ya de vuelta en Bar­ 4. Tercera parte de las Chronicas, p. 239-240. nota 5. 5. Estadística general de la Provincia de Valencia , p . 6.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz