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Aportación Literario-Artística del Capuchino Ibérico bien una actitud meramente personal ante unhecho expresivo, en cuyo caso se trata únicamente de un juicio estético. Ejemplo de la primera actitud es el caso del beato Diego. El gran debelador del pecado público da por supuesto que es pe­ caminosa la propia profesión de cómico y aun lade torero. Po­ dríamos decir que es actitud negativa, basada en una visión exclusivamente moral, era la corriente entre los capuchinos. De ahí que tanto llame la atención el título de un opúsculo del también capuchino Pablo Fidel de Burgos: La profecía en el Templo y la dicha en el Theatro (Madrid 1746). En novedo­ sa visión, sabe el autor distinguir entre el plano ético y el esté­ tico, y proclama justamente: “Theatro es la vida humana, cu­ ya inmensa variedad de escenas acredita su volubilidad, e in­ constancia”. 992. Siguiendo desarrollando esa veta subterránea correc­ tamente formulada en el siglo XVIII, ha llegado el capuchino del siglo XX aproducir él mismo algunas obras teatrales, en las que une lo estético con lo ético, como sehavisto al hablar de laproducción literaria. BILBIOGRAFIA DIEGO JOSE DE CADIZ, Dictamen del Muy Rdo. P. Fr. Diego de Cádiz... sobre asunto de Comedias, i Bailes... Pamplona 1790. DIEGO DE VALENCINA, Cartas de Fernán Caballero, coleccionadas y anotadas por..., Madrid 1919, 23. DIEZ DE TEJADA VICENTE, Los elegidos, t. 67, Madrid 1910. JESUS DE CAÑAS, La figura del capuchino en la literatura, en Verdad y Caridad 6 (1929) 74. RUYRA JOAQUIN, Llibre de lectura, Barcelona, Ed. Destino, 1972 (cap. II, p. 192 Les coses benignes). 489

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