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Los Capuchinos en la Península Ibérica de JaényFrancisco de Ajofrín. Eraunabiblioteca biendotada y bien sistematizada. También la biblioteca de los capuchinos de Barcelona, de laque fue director por algún tiempo Luis deOlot (+1794), de­ bía estar biendotada y organizada.... 509. Con las infaustas leyes de la exclaustración, las pocas bibliotecas conventuales que habían sobrevivido a la supresión napoleónica, desaparecieron y se perdieron para siempre con las leyes de desamortización. Con la restauración de la Orden en las últimas décadas del siglo pasado y con el resurgir y reflorecer de los estudios, tam­ bién las bibliotecas siguieron un ritmo consolador, y en todas las provincias se organizaron y enriquecieron, en conformidad con los tiempos y con las exigencias pastorales y científicas. 8. Iniciativas culturales. Revistas. 510. Los capuchinos de la antigua comunidad de San Antonio del Prado (Madrid) proyectaron y emprendieron en equipo la tarea cultural de traducir al castellano las obras de san Isidoro de Sevilla. El trabajo estaba ya listo para la impren­ ta, pero no pudo ver la luz pública porque se opuso la Real Academia Española, no por razones intrínsecas a latraducción, sino a causa de ciertas opiniones del autor en fuerte oposición con lamentalidad existente a finales del siglo XVIII. 511. Otra iniciativa, también fracasada, fue lade Francisco Villalpando, quien se propuso realizar una reforma enprofun­ didad de los estudios de la nación, y al oponerse a la edición española de laEnciclopedia francesa. 512. Las publicaciones periódicas pueden considerarse como uno de los mejores medios de expresión cultural, muy adecuada además a los fines apostólicos de la Orden y fácil­ mente asequibles al gran público. Por ello, en los tiempos mo­ dernos todas las provincias comenzaron a cultivar este medio 258

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