BCCCAP00000000000000000000141

CA PU CH INO S DE LA RESTAURACIÓN DE LA PROVINCIA Fue Provincial cuatro veces. En la Orden Capuchina el P. Provincial es la figura más importante e influyente. La verdadera razón viene dada por el hecho de que, en la Orden, las Provincias son casi autónomas en la estructura y en el gobierno y relegan la figura del P. General al punto de un Presidente de la República, figura un tanto honorífica. Era una figura definida, distanciada y revestida de una gran autoridad. Poseía una autoridad y un peso tal que la tradición y la mentalidad corriente le habían reservado y que el derecho sancionaba. El P. Provincial, con su Definitorio, constituían como el Pentágono de la Provincia. Hombre de Dios desempeñó con sabiduría, tacto y prudencia, los muchos y delicados cargos que a lo largo de su vida le confiaron, demostrando en toda ocasión un talento extraordinario. El P. Ambro­ sio pasaría por todos los cargos que la estructura jerárquica de la Orden Capuchina tiene, desde secretario a Guardián y Provincial, sobresaliendo entre sus Hermanos que sabían distinguirlo con su res­ peto, amor, confianza y veneración. A los 28 años le vemos Superior de la Residencia de Madrid, algunos años después es elegido Provin­ cial de la Provincia Toledana, que entonces comprendía las Provincias de Valencia y Andalucía. Que en todos esos cargos el P. Valencina diera muestras de sabiduría y cordura gallardas y admirables, lo prue­ ba al haberlo elegido los Superiores para restaurar la Provincia Bética. Difícil era la misión pero a ella se entregó con dedicación y pasión y, como hábil restaurador, pronto echaría los cimientos de la nueva Provincia de Andalucía restaurada, llena de vida y de hombres de valer. Cuatro trienios fue Provincial de Andalucía poniendo siempre a prueba su prudencia y sabiduría, rectitud en el gobierno y caridad y amor sin medida. ÚLTIMOS DÍAS. SANTA MUERTE Sus últimas predicaciones tuvieron lugar en Badajoz y Málaga. Des­ pués cayó en la enfermedad que lo ha llevado al sepulcro a una tem­ prana edad, con apenas 55 años.