BCCCAP00000000000000000000140

za y luego a la predicación y al confesonario, y prueba de la gran estima en que era tenido en la Compañía, es el hecho de haber sido admitido a la profesión de los cuatro votos, a pesar de iser en aquellos tiempos muy contado el número de los que la hacían. Habiendo pedido'algunos Jesuítas a San Francisco de Borja que enviase un Padre español competente que llevase a cabo la difícil fundación de una Residencia en Amberes (Países Ba­ jos), fué nombrado para este oficio el P. Trigoso, el cual pasó allí el año 1570. El P. Costero que es quien escribió a San Fran­ cisco, quedó tan contento con este nombramiento, que algún tiempo después-escribía de él: Est veré frater Societatis, hu milis, benignus, optimus concionalor, doctus et prudens; alius comodior mitti non potuisset." En Amberes estuvo como fundador y Superior, sorteando las muchas dificultades que se oponían a la fundación, predi­ cando y enseñando las verdades de la Religión hasta el año 1577 en que de nuevo regresó a España. “Con todo, dice el Padre Pobladura, el P. Trigoso, durante los seis años de su perma­ nencia en los Países Bajos, principalmente como Superior de: la Residencia de Amberes, trabajó con denuedo y entusiasmo los intereses de la Compañía. Al poco tiempo de su regreso a España y movido de d'ivina vocación a lo que parece, el año 1580, “por vacar a la contem­ plación retirado de las ocupaciones, aunque santas, en que lo empleaba la Compañía, como él mismo dijo, profesó la de los. Santos Padres Capuchinos, en la provincia Picena o de las. Marcas, en Italia.” El cronista de esta provincia refiere el ingreso del P. Trigo- so en la Orden, de la siguiente manera: (1) “ Este buen Padre,, vino de España a Italia, y habiendo llegado a Loreto, visitó la Casa de la Santísima Virgen, y al salir del templo oyó que un niño como de unos cinco o seis años, decía a un grupo de per­ sonas que de él hablaban: “ Este hombre dentro de poco cam­ biará de hábito y religión.’" El Padre, deseoso de cumplir en (1) Collectan ea Franciscana, añ o 1935, pág. 55. — 366 —

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz