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neno, que le propinaron los indios, el día; 2 de Abril de 1683,. en una expedición distante de las poblaciones, donde no pu­ dieron administrarle los Sacramentos, por' cuya causa estaüan con algún desconsuelo los compañeros, aunque tenían muy experimentada su gran virtud y pureza de alma. Pronto los consoló Dios, porque se apareció a uno de los religiosos con vestiduras sacerdotales, glorioso y lleno de resplandores le dio parte de su gloriosa muerte diciéndole otras cosas de gran consuelo y aliento para todos, y le ordtnó que se les parti­ cipase y dijera cómo subía ya a gozar en la gloria el pre­ mio de su trabajos; que perseverasen constantes en su Misión apostólica, porque era grande el premio que les esperaba, y mucho lo que Dios se complacía de estas Misiones; y dicho esto, desapareció”. Su cuerpo fué traído al pueblo de San Juan Bautista, del cual había sido fundador y Misionero, re­ cibiendo allí cristiana sepultura. — 300

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