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FR. MATÍAS DE LITUÉNIGO Este mismo año voló al cielo otro esclarecido religioso de la provincia de Aragón, hermano lego como los anteriores, llamado Fray Matías de Lituénigo, quien se ejercitó con gran denuedo en la palestra de las virtudes. Lituénigo es un pueblo de la provincia de Zaragoza, perte­ neciente a la Diócesis y al partido de Tarazona, de la cual dis­ ta cinco kilómetros y está situado en las faldas del Moncayo. Había conocido claramente que la muerte entra en el alma por las ventanas de los sentidos, principalmente por los ojos y por la lengua. Aquéllos los mortificó privándoles sobre todo de toda licencia para discurrir curiosamente por distintos objetos. Y con igual diligencia guardaba su lengua, porque o callaba en absoluto, o solamente hablaba aquellas cosas convenientes y edificantes para el espíritu y que podían inducir a los circunstantes a correr' sin tibieza y apresurada­ mente por el camino de ia perfección. Empezó a edificar la fábrica espiritual de la santidad, dan­ do principio como sabio arquitecto, por la humildad que es el cimiento, la cual virtud fué en él tan grande y profunda cual puede ser la del más aventajado en ella. Tal se presentó y portó durante toda su vida, como se portan y presentan los novicios, es decir, humilde como ellos. La pobreza que no sólo es compañera inseparable de la humildad, sino hermana legítima de ella, fué tan amada y estimada de él, que la consideraba como el fundamento de loda la Orden Seráfica, y; como la piedra angular de toda la formación espiritual de la misma, a la cual incumbe y com­ pete todo aquel honor que da hermosura y brillo a los reli­ giosos, por lo cual amó y practicó con tanto culto esta vir— - 15C —