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recordación, quienes, siempre que se ofrece ocasiónanos esti­ mulan a esta clase de trabajos, a fin de que por los frutos vengamos en conocimiento de nuestra Madre la Religión, ten­ gamos mayor estima de ella y sintamos una santa emulación para imitar la santidad y vida de nuestros mayores y padres en la Orden, conforme a lo que dice el Deuteronomio: “ In te rro g a p a trem tu um et a n u n c ia b it tib í; m a jo re s tu o s et d icen t t i b í ” (1). Pregúntalo a tu padre, y él te informará; a tus antepa­ sados, y te lo dirán. También el fin que nos proponemos es el mismo que non proponíamos e indicábamos en nuestras obras anteriores “ Vida del Padre Adoain'- y “ Capuchinos ilustres de la Provrincia de Navarra”, a mber, la conservación de todos los documentos y, noticias referentes a la Orden, y de un modo especial, la edifi­ cación de nuestros religiosos. Como por los frutos se viene en conocimiento del árbol, según dijo Jesucristo, así, por las obras y trabajos realizados por los religiosos capuchinos aragoneses, podemos colegir la excelencia y santidad de la provincia de Aragón. Estos frutos los reduci­ remos principalmente a tres, que son, frutos de santidad, frutos de apostolado y frutos literarios. a) Frutos de santidad, o religiosos que florecieron y res­ plandecieron por su virtud. b) Frutos de apostolado, o misioneros que propagaron la luz del Evangelio en lugares de infieles; y c) Frutos literarios, o los principales escritores de la pro­ vincia de Aragón. EL AUTOR. Zaragoza, 29 de noviembre de 1943. (1) Deut. (32-7.) — 12 —