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84 P . ANTONIO DE ALCACER El tiempo lo miden por medio de incisiones hechas en los troncos de los árboles o en palos especiales des– tinados a dicha finalidad. La medida del día se expresa, no por horas sino por dormidas. Cuando se ausentan y quieren indicar cuándo regresarán, hacen vanas in– cisiones en el tronco o palo antes mencionado, tantas cuantas noches permanecerán fuera. El mes es lunar. En 1785, veinticinco motilones "de ambos sexos, entre ellos uno que les mandaba y obedecían", se presentaron a la finca de Isidro Garay, en jurisdicción de Ocaña, y le pidieron establecerse allí. Garay accedió gustosamente y aún más, les permi– tió ayudar a construir sus chozas y a darles el material que necesitasen. A los seis meses se retiraron a sus an– tiguas habitaciones, "a sus caneyes, a sacar y traer la demás comitiva - escribe al virrey de Santafé el men– cionado campesino- que hay en los dos pueblos inme– diatos o contiguos, expresando los iban a traer dentro de tres lunas" ( 45). CICLO VITAL - EDUCACION El ciclo vital del individuo comienza en la concep– ción. Al igual que casi todos los pueblos primitivos, el motilón ignora la naturaleza y el proceso de la fe– cundación. Para ellos tal fenómeno se verifica de un modo misterioso, sin que dejen de asociar al espíritu del bien a su realización conveniente. Si se presenta aborto espontáneo ( el provocado lo desconocen) o si el niño nace muerto, ha sido el espíritu del mal, "Da– bidú", el causante. El embarazo, como fenómeno visible, es por su– puesto percibido a los pocos meses por el motilón adul- (45) A.N.C., Caciques e Indios, t. 45, f. 501 ss.

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