BCCCAP000000000000000000000214

CULTURA DEL PUEBLO MOTILON 81 antemural de San Faustino, porque como queda más baja que la villa y Valle de Cúcuta, les causa recelo y sirve de resguardo" ( 38). En ocasiones, al verse atacados sorpresivamente, reaccionan de manera particular. Así, en 1666, un gru– po de indios chinatas de la población de Arenosa se internó sigilosamente en el habitat motilón; cercó un poblado indígena y, al verse los motilones rodeados en sus ranchos, "comenzaron a gritar, con lo que luego los motilones gntaban de muchas partes, con que fue– ron acudiendo, y los indios chinatas defendiéndose; y en este tiempo vieron muchos caminos trillados .. . " El número de motilones fue aumentando; los chinatas se vieron forzados a retirarse, "pues venía cargando mu– cha gente sobre ellos ... " ( 39) Generalmente mantienen vigilantes que les advier– ten el peligro de algún ataque. "Los motilones -decía otro gobernador de San Faustmo, don José Gregario Ferreira, en 1772-, destinan a distancia de sus pueblos espías o vigilantes centinelas, que prontamente les avi– sen cuando los españoles se acercan a sus territorios para ponerse en fuga, desamparando sus alojamientos" ( 40). Pero no es por cobardía, sino para atacar luego sorpresivamente. Así lo comprobaron los antes citados chinatas en otra excursión del mismo año 1666. "Lle– garon (éstos) a un sitio donde hallaron cinco caneyes de mdios motilones, que habiéndolos sentido, dejaron los caneyes y se retiraron al monte con sus familias" . Al poco los chinatas se dieron cuenta de que los moti– lones los estaban acechando desde el bosque. Intenta– ron aquellos acercárseles, "diciéndoles que fueran ami– gos y que ellos eran cristianos y que tenían buen amo, (38) A.N.C., ll1ilicias y l\1arina, t . 116, f. 779 ss. (39) A.N.C., Caciques e Indios, t. 4, f. 877 ss. (40) A.N.C., Empleados Públicos, Cartas, t. 4, f. 784.