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CULTURA DEL PUEBLO MOTILON 75 de ser, si bien, por otro lado no hay que olvidar que todo lo que nace a la mujer, se considera socialmente como hijo del hogar, cualesquiera sean las relac10nes que hayan precedido. Esta familia nuclear, esposos e hijos, está enquis– tada, si se nos permite la expresión, dentro de lo que ha venido a designarse en antropología "familia exten– dida", es decir, dentro del grupo más amplio de parien– tes, que reúne a otras personas, además de los ~sposos y sus vástagos. Cuando el hijo ha crecido lo suficiente y está ya preparado para la vida, se dedica, con la ayuda de los suyos, a buscar una futura consorte entre las solteras - de otro grupo. Logrado esto y convenido el matrimo– nio , se lleva a la escogida al bohío de los padres del novio para allí constituir un nuevo hogar. Esta costum– bre, que se conoce con el nombre de "virilocal o patri– local", es la común entre los motilones. Poco a poco el núcleo familiar se va ensanchando hasta integrar va– rias familias nucleares, unidas estrechamente, no tan solo por vínculos culturales y de una misma propiedad comunal, sino por la posesión de una misma vivienda, que alberga de ordinario a todo el grupo. Ya quedó indicado anteriormente cómo la forma ordinaria de matrimonio entre los motilones es la mo– nogamia , aunque se toleran algunos casos de poligamia. Esto último no es muy frecuente, no porque esté pro– hibido, sino porque existe cierta rélativa estabilidad numérica de sexos y porque, además, el sostenimiento de varias mujeres con sus respectivos hijos supondría un esfuerzo excesivo por parte del varón para sostener– los, lo que iría contra su inveterada costumbre de no fatigarse-mucho en las labores . No es frecuente entre los motilones la adopción de personas extrañas. Solo se realiza en caso de huér-