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CULTURA DEL PUEBW MOTILON 61 división de trabajo y cada cual está conforme con su suerte; sobre todo , la mujer vive resignada y sin pro– testar. Poco es lo que camina el barí por simple excur– sión, por el placer de caminar nada más . Siempre se– rá con algún fin: bien para cazar, bi,en para pescar. En ocasiones, muy raras por cierto, visitan los de un bohfo a sus vecinos o a otros, si bien también entonce~ es con alguna finalidad específica, por ejemplo, buscar no via para los varones solteros . Durante ciertos períodos suelen trasladarse todos los componentes del grupo a una choza distinta de la que han venido ocupando, para estar más cerca de su represa favorita o del bosque abundante en caza. Mantienen limpios y en buen estado los camrnos que comunican unas chozas con otras o con sus par– celas y ríos. Son espaciosos tales senderos y con fre– cuencia están cruzados por sendas falsas, sin duda pa– ra desorientar a los extraños. Igualmente, en ocasiones tales caminos se pierden en la maleza o se esfuman de improviso, con el fin de que los enemigos del mo– tilón no den con facilidad con sus viviendas o con sus cultivos. NIVEL DE VIDA - RUTINA DIARIA Dentro de su evolución y en conformidad con su mentalidad, el nivel de vida del motilón corresponde a sus aspiraciones del momento. Es feliz con lo que tiene, mientras no se le quite. No aspira a mayores co– sas. Le sobra con poder vivir holgadamente; tener a– bundante caza y pesca; que su mujer le corresponda y que sus hijos crezcan felizmente. Solo al presente, al ver otra civilización mucho más avanzada, comienza