BCCCAP000000000000000000000207

8) Casa comunal, que sirva de salón de juntas, juegos, servicios sociales. 9) Cursillos de formación social para líderes; del hogar para mujeres y artística en general, por las dotes cualificadas del negro para la danza, el teatro, la música, etc. Supone el corresponsal Amunárriz (que no firma) que se podrá recurrir confiadamente al asesoramiento y ayuda financiera de organismos como IEHC, CESA, INEFOS, etc. (128). Desde la primera etapa del Chota intentó Jesús de Fuenterrabía abrir brecha en aquella infraestructura tercermundista. Cuando entraba por ella con esperanza cierta de regeneración, invadióle la fatiga, el agotamiento; y le sobrevino la necesidad de pasar dos veces por el quirófano (sin contar las intervenciones en el dedo del pie). Y así fuésele como año y medio de ausencia en tierra española. El nueve de noviembre de 1974 se integra en la comunidad de Pifo, a la cual estaba destinado desde el mes de febrero (C. Pf.). Mons. Silvia Haro, obispo de !barra, le nombra párroco de Ambuquí, pese a su resistencia. Se le autoriza a permanecer en el Chota; pero con la obligación de convivir una semana al mes con la fraternidad de Pifo; y con la certeza, que deberá trasmitir al prelado ibarrense, de que el compromiso es personal del P. Jesús Amunárriz, no de la viceprovincia (129). Nada le deprime, afortunadamente. Con la asesoría de Don Alejandro Raúl Báez, director de la escuela primaria de Ambuquí y la colaboración eficaz de las misioneras carmelitas María Isabel Jaramillo, María de Jesús, Margarita y Clara, va a convertir en realidad su "sueño dorado: un centro artesanal, como cantera de formación cultural, social y religiosa de líderes; y otro, en Natabuela, que a la vez esperamos será cantera de vocaciones religiosas". El 4 de enero de 1975 inauguración del primer curso del "Centro de Capacitación Profesional" de Ambuquí. No puedo deducir de los apuntes de P. Jesús de Fuenterrabía si es uno el centro de capacitación profesional y otro el "Centro Mixto de Capacitación artesanal", pues que ambos nombres entran en juego. Tampoco acierto a delimitar los cientos de miles de sucres que para construcción de locales y equipamiento fueron facilitando el director de planificación sectorial del Ministerio de Trabajo, el sub– secretario de presupuesto y crédito público, don Luis Mejía Montes– deoca y el señor Ministro de Trabajo, coronel de estado mayor, Don Jorge G. Salvador y Chiriboga. La partida que reclama, el 4 de noviem– bre, el señor Bilbao, director de planificación sectorial, es de un millón 529

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz