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jornadas largas a lomos de un jamelgo con cuatro lustros de servicio (50). Fructifican entre tanto las gestiones que, por el mes de enero del 60, había realizado P. Apolinar con el Ledo. Salazar, presidente de la Caja de Reconstrucción: 100.000 sucres que se reciben el día 6 de abril, con el nuevo superior, Rodrigo de Pamplona, que desde el 4 de marzo había sustituído a Nemesio de los Arcos. Neptalí Flores (o su suegra Domitila, según P. Nemesio) ha rega– lado terreno para levantar iglesia y casa de la fraternidad capuchina. Y Aníbal Proaño diseña, "según ley y costumbre", los nuevos planos. En una sola jornada, la de 18 de abril de 1960, se han preparado 149 bloques de cemento. Colabora el pueblo con sus mingas y el consejo provincial de Pichincha presta su camión para el transporte de material. El señor arzobispo de Quito publica una pastoral en demanda de socorro para la obra. El embajador de España, conde de Urquijo, entrega mil sucres; y la feligresía de La Concepción (Quito) 300 en la colecta dominical. Apolinar, asaltado de nuevo por fiebres palúdicas. Termina su crónica de Gualea el 28 de agosto de 1960, décimo aniversario de la fundación canónica de la parroquia de Gualea. Desde el 1 O de abril de 1961, Vicente de Artavia y Luis de Viscarret, recibido con gran aplauso por el pueblo, que recuerda su actuación primera como superior y párroco. Bendición de casa y capilla el 1 7 de diciembre, por el custodio Manuel de Beizama, al que acompaña el visitador y definidor general Mauro de Grizzana. Religiosos y pueblo cuentan con un buen refugio, para sus liturgias y para sus reuniones sociales. Tal confianza fueron cobrando los mora– dores de la zona noroccidental, que apenas habrá asunto que no se plantee y no madure en la nueva residencia; y tanta la popularidad que se granjearon los religiosos, que no faltó avispado presto a negociar, si no se lo impidieran, con sus siluetas en calcografía (C. G.). AÑOS 1962-1965.- Am1que al despedirse Vicente de Artavia de la residencia de Pifo dejara consignado en la Crónica local, "el cronista cuelga la péñola y pasa a Gualea a bailar la zamacueca y pudrirse de a_scp, si Dios no lo remedia", ni tuvo tiempo de aburrirse ni holganza para la danza. Encendido en el fervor apostólico de su coadjutor, Santiago Ramírez (desde 21 de enero), comparte y promueve fogosas campañas misionales 492