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estable, domingos y festividades, cargados de atenciones religiosas, sueltan novedades de mingas o provocan incursiones misioneras a algún perdido sector, al que por fin tocó su turno. Mingas o trabajos colectivos con el fin de abrir o de reparar vías de comunicación o de levantar alguna iglesita o capilla. Langarica encallece sus manos en el derribo de árboles y aprieta los riñones en el acarreo de material para tender un puente sobre el río Chirapi; en Nanegal Grande, Nueva Granada, Culantropamba, Nanegalito y Santa Elena, se va apilando la tablazón, destinada a iglesia o capilla y casa cural. Tras el acarreo de madera, desde Culantropamba a Gualea a cantar vísperas en honor de Nuestra Señora del Quinche o desde Nueva Granada a Santa Elena para decir misa, predicar y bautizar. Se bendice la primera piedra de la iglesia en Nanegal Grande el día 9 de agosto. Recaudación, 2.500 sucres. Desde mayo a julio de 1953, Santos de Egüés único pastor espiri– tual de la zona noroccidental de Pichincha, porque Luis de Viscarret que pretendió desafiar los asaltos del paludismo con sus novenas y catequesis, tuvo que internarse en un hospital de Quito. Con no menor fortuna que las almas sana Langarica los cuerpos. Desde Gualea a Pacto , porque a un indio o mestizo le ha picado un reptil (19 de agosto de 1953). De regreso de Pacto a Gualea (23 de agosto), suturas y pomadas a un herido por explosión de un cartucho que le había destrozado las manos, saltado un ojo y quemado pecho y rostro. Hora y media de cirugía estética, administración urgente de los últimos sacramentos. Y el mal herido que regresa del hospital de Quito al cabo de un par de meses, mutilado, pero rebosante de vida. Una semana más tarde (lo. de septiembre), dos horas de cirugía práctica con un colono de la hacienda del Sr. Vaca Moreno Alfredo, bienhechor insigne de la misión. En riña con otros de la misma calaña había recibido varios machetazos en hombro y mano. Operación perfecta; a sangre fría y en vivo. Durante el mes de mayo había socorrido, con medicamentos recibidos de España, a 478 enfermos, a cuya total cura– ción cooperó sin duda el Médico de los cuerpos y de las almas mediante su representante en la tierra. Luis de Viscarret y Santos de Egüés, hondamente apenados por "la degradación moral, social, religiosa y económica, en que xiven los pueblos de Nanegalito, Nanegal Grande, Mindo, Santa, Ele:p.;;i., Nueva Granada y Pacto", proponen al presidente de la república, José María Velasco !barra, una solución sencilla y eficaz: impulsar descie el gobierno de la nación la nueva técnica agrícola y terminar los 20-.kmts. de carretera que faltan desde Quito a Pacto. Con estos medios, si.11 más varita mágica, se bastaría la zona noroccidental de Pichincha para abas- 488
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