BCCCAP000000000000000000000207
Está ilusionado con levantar un par de capilla en sendos agregados. "Si uno no está encima, nadie da golpe; y son trabajos que urgen, antes de que lleguen las lluvias. Esta es mi mayor cruz, por la falta de materia– les y la informalidad de los pocos y malos artesanos". Sus gastos personales, en los siete meses transcurridos, se redujeron a un casco de obrero y a un par de zapatos. "Sólo con vida muy estrecha se puede llegar a ahorrar algo" (10). El 2 de agosto de 1954 fallecía nuestro excelente amigo, Mons. J. Félix Heredia, obispo de Guayaquil; y el día 7 del mismo mes, Mons. C. Antonio Mosquera recibía el nombramiento de administrador apostólico de dicha diócesis. Como la situación jurídica de los capuchinos en INTAG continuaba provisional, el custodio interino Serafín de Lezáun, de acuerdo con las consignas del titular, Ruperto de Arizaleta, a la sazón en España, había comenzado ya antes, el asedio del obispo Mosquera: Pues que se habían ordenado tres seminaristas diocesanos, indicóle el padre Serafín de Lezáun, bien podía S. E. pensar en la sustitución; la custodia, escasa de personal, no quería prescindir de "Padres tan buenos y tan trabaja– dores" (11). Sucedió entre tanto la promoción del obispo Mosquera y el relevo de la terna custodia!: Santos de Egüés, Manuel de Beizama y Clemente de Tulcán. Con el fin de presionar sobre la curia diocesana con hechos consumados, en la formación de familias se incardinaba a Machiñena como vicario de la de !barra y a Eusebio de Iturgoyen, como predicador de la de Tulcán. En visita protocolaria informa el custodio Langarica (21 de agosto de 1954) al obispo Mosquera, aún obispo titular de !barra, sobre la nueva distribución del personal y expone la necesidad de que S. E. provea en Peñaherrera y en Plaza Gutiérrez de sacerdote secular. No es sin embargo tan descortés como para retirar inmediatamente a sus frailes de la parroquia que actualmente regentan. Machiñena se presenta en !barra el día 14 de septiembre; pero no abandona a su feligresía de Plaza Gutiérrez (dudo que se despidiera de nadie) hasta el 29 de noviembre. Eusebio de Iturgoyen salió a misionar, con permiso de S.E., y terminó en la fraternidad de Tulcán, bien torturado tras sus dos años y pico de permanencia en el Intag (12). Se había cumplido el com– promiso personal con Mons. César Antonio Mosquera, promovido a la diócesis de Guayaquil. 470
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz