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De la capilla levantada en la catedral nueva robaron a Gregario cáliz y patena. Con material destinado a la obra grande, levantó un buen tapial, que cumplió como muro de defensa. Forman la fraternidad de Portoviejo Apolinar de Tafalla, como superior, y Gregario de Abárzuza y Matías de Caranqui, sus coadjutores. Pero desde primero de agosto a finales de noviembre del 56 no habían pasado una semana juntos, pues "andamos en una continua danza ministerial": Bajo la Palma, Bahía, Picoasa, Portoviejo, Calceta, Manta (14), Calderón, Montechristi, Guayabo, Rocafuerte, Pachinche, Chane... "Todos los recintos o núcleos de población de los contornos desean llevarnos para las fiestas patronales..." Bueno el fruto espiritual y no desdeñables los emolumentos, que, para despedida del año, pueden sumar los 40.000 sucres netos (15). Por diciembre inaugura Apolinar el melodio que ha mercado para la catedral vieja; acompaña a su coro de cantoras en la "Misa Pío X" el día de la Inmaculada, cuyo misterio explica a nutrida concurrencia con proyecciones en color. Del año 1957, en que continúa febril la acción pastoral, puede destacarse la participación de Apolinar y Ros en la misión de Riobamba (abril), el via crucis de Viernes Santo con asistencia de unas 15.000 personas; adquisición de un San Francisco, una Virgen del Carmen y un Sagrado Corazón, tallados en madera por Gonzalo Montes de Oca (San Antonio de !barra); compra novedosa de una bicicleta ministerial; visita médica de Gregario con un galeno de Guayaquil (mes de agosto); autorización concedida al custodio Langarica para recabar un préstamo de 600.000 sucres, con el fin de librar a sus religiosos de las "pésimas condiciones" en que viven (16). Y el creciente auge de feligreses en ambas catedrales (17). Juego peligrnso.- - En febrero de 1958 presenta Mons. Gavilanes, previa anuencia de su cabildo y con la aprobación de la Santa Sede, una adición al contrato de 2 de junio de 1955: decididamente entregaba en propiedad, ad nutum Sanctae Sedis, la catedral vieja a la comunidad capuchina, en persona del custodio Santos de Egüés, además del solar comprendido entre la calle Córdoba, el cabildo catedral palacio de Gobernación (plaza) y calle Ricaurte (18). Responde el custodio Langarica que, según pudo colegir de su entrevista con el señor nuncio, Opilio Rossi, en Roma no se aceptaría la entrega de la catedral vieja en propiedad; que le parecía más cuerdo entregarla en usufructo perpetuo; y en propiedad, el solar de la sacristía 405

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