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Con asesoramiento del mismo letrado, Dr. Jorge Pincay, y por iniciativa más afortunada de Néstor Zubeldía, se muda el "Liceo Santa Ana", que tantos conflictos venía provocando por razón de los sueldos, en "Liceo Santa Ana, Sociedad de cuentas en participación", de ella forman parte, en calidad de socios con iguales derechos, su director (Santiago Lazcano ), los profesores y la secretaria. Sirvióse de la novedad el director para licenciar algunas profesoras menos competentes (45 ). La viceprovincia cobra 3.000 sucres mensuales por el arriendo de aulas y de canchas. Pasa del medio millar de matriculados, entre nifi.os y niñas, que a partir de 1980 pagarán 200 sucres en concepto de matrícula, y 250 o 300 como pensión mensual, según cursen prepara– torio o primera enseñanza. Respecto de la labor parroquial, el cronista de Santa Ana da a entender que el año de 1968 fue el de la edad de oro , sin mengua de los precedentes. Creo en cambio que en la década de los setenta, aunque se inicien experiencias como la de Alcedo, se filtran jadeos de cansancio. Cierto que parece concentrarse la atención en la catequesis, pero reducida a cuatro centros. Y que se fomentan con ahinco asambleas familiares; pero la total decadencia de los movimientos de Acción Católica, de Cursillos de Cristiandad, de Hijas de María, de Movimiento Fanúliar Cristiano, etc., principalmente a partir del segundo lustro, más implican en mi opinión una mengua de actividad, que un cambio de metodología. Con todo, juzgo un acierto que, al suprimirse por el barrido de la época, devociones antaño tan concurridas como la novena patronal y la de las jornadas de Belén, se intensifiquen en esos tiempos litúrgicos las colaciones o reuniones de voluntarios en grupo de quince o veinte para oír la palabra divina , cantar a tono con la solemnidad, o convivir simplemente en grata compañía unas horas cristianas con su párroco o con alguno de sus coadjutores. Nunca falta un anfitrión que ofrece albergue y un agradable refresco, que se ha procurado sea siempre de igual naturaleza, para evitar emulaciones ruinosas. No pocas veces la celebración litúrgica es una genuina eucaristía. Y no pocas veces el número de asistentes rebasa las cifras indicadas, hasta el medio centenar (46 ). Con idéntico fin de convivencia cristiana se celebran reuniones, entre bíblicas y litúrgicas, en el centro "María Ponce", singularmente en los días que preceden a la Navidad y a la Pascua Florida, se presta singular atención a los niños que se preparan a comulgar por vez primera, con la eficacia e intensidad que en el propio centro parroquial. 334