BCCCAP000000000000000000000207
Francisco Marco por el sur; José Maxcote por el este; y límite urbano por el oeste: 225 cuadras no mal situadas y 40.000 feligreses. Por temperamento y por viveza juvenil, se entrega Máximo de Arruazu (José Gamboa) ardorosamente a toda la promoción que juzga de su incumbencia: actividad ministerial, gestiones municipales y curialescas, construcciones, enseñanza. Y no por vanidad, por ensombrecer la memoria de su predecesor. Más bien se limita a acelerar los empeños heredados. Uno de ellos, la demanda cursada al municipio de Guayaquil. Elementos anticlericales, que manejan en el ayuntamiento lo referente a urbanismo, dieron un tono dramático y casi desesperado a las sesiones de 28 de julio y de 18 de agosto de 1955, con su cerrada oposición a ceder charca ni lodazal en el estero Gómez Rendón para una comunidad religiosa. Por la diplomacia de otros ediles y singularmente de su alcalde, Emilio Estrada, se firmó en 24 de agosto la cesión en comodato, a la comunidad de padres capuchinos, de los solares 4 al 9, manzana 272, ubicados entre Gómez Rendón y calles 15/16, por un total de 3.099 metros cuadrados, que se tasaron en 92.970 sucres; más los dos edificios asentados en dicho terreno y cuyo valor se calcula en 80.000 sucres. Condición inexcusable: el establecimiento de una escuela gratuita (20). Un par de meses más tarde se firman las escrituras entre el representante municipal y el síndico proviiicial de la custodia, Federico Oporto, por delegación del síndico general, Jorge Merlo (21 ). La condición de escuela primaria gratuita, exigida en su donación por el municipio de Guayaquil, había sido ya planteada por el superior Ballona, luego de su llegada a la capital de Guayas, cuando aún se alojaba en el palacio episcopal: urge un solar para convento y parroquia "y una escuela, porque sin escuela no se puede establecer en estos barrios ninguna comunidad religiosa". Y el mismo deseo de escuela primaria había manifestado Mons. Heredia al provincial Serafín de Tolosa, "a fin de atraer a los adultos hacia la parroquia" (22). Sin vacilar un momento, apenas dispone Máximo de Arruazu del "comodato", se concierta con "Edificaciones Ecuatorianas" para la construcción del primer refugio escolar, al que dio el nombre de LICEO SANTA ANA: será a manera de galpón de 24 x 6 m., de planchas prefabricadas de cemento y asbesto y armazón de hierro. La misma empresa se compromete a rellenar los 200 metros cuadrados del área de la escuela, "sin costo alguno para mí". Propone Arruazu la compra de una casita próxima, que su dueña, sola y no sobrada de recursos, ofrece por 30.000 sucres. Si se llegase a un acuerdo, podría funcionar un doble • 322
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz