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Por imperativo obediencia!, que no logra curarle de su repugnancia a ejercer el cargo, acepta Santos de Egüés el magisterio de novicios, fiando en la colaboración del vicemaestro, Matías de Torrano, que es además vicario, ecónomo y finalmente director del colegio de filosofía (10). En la casa vieja se habilitaron 16 celdas, más todas las dependencias para la autonomía del noviciado, salvo, al parecer, cocina y comedor. El 3 de octubre toman el hábito cuatro seráficos procedentes de !barra; el 5 de diciembre se les agregan 8 colombianos de la custodia de Bogotá (6 clérigos y 2 legos). Horario: 8'45 a 11, meditación, estudio, trabajos manuales; media hora de inst rucción o de lectura y media de ceremonial. Por la tarde: media hora de instrucción; 16'30 café; 17'30 via crucis; 18 a 18'30 explicación de la Regla; 18'30, celda. Los tiempos intermedios suelen dedicarse a lengua y música o al aseo de la casa. Durante los recreos alternan con los coristas y con ellos realizan sus excursiones (Pifo, Papallacta, Pichincha). Son diez los coristas filósofos (11). Al ser investido el P. Labaca prefecto apostólico del Aguarico (21 de febrero de 1965) sucedióle como vicecustodio y maestro de novicios Santos de Egüés, que delega el magisterio en Santiago Ramírez (13 de septiembre), nombra a Matías de Torrano guardian de Quito y a Jesús Arronclo director de los coristas (12). Por el mes de noviembre de 1965 pasan los novicios al "Colegio San Lorenzo de Brindis", tan ensoñadoramente levantado por el P. Labaca. Nuevo maestro de novic10s, desde 26 de abril de 1966, tras el nuevo capítulo custodia!, en el que Santos de Egüés, confirmado como custodio es nombrado superior regular del Aguarico, asistido por cuatro consejeros; el cuarto, José Antonio Recalde es el nuevo maestro de novicios, con Santiago Ramírez como vice y Fernando Navarro guardián de Quito. Pero el vice no pudo ejercer por incompatibilidades con otros menesteres de docencia y ministeriales; y durante las ausen– cias de Recalde le sustituye Jesús de Fuenterrabía (enero-julio y 20 a 30 de noviembre de 1967) que impulsa cursos monográficos sobre franciscanismo y da lecciones sobre la "Importancia de la cultura física en seminarios y noviciados" (13). Agradece Recalde sinceramente; pero no basta. Le llegan novicios de otras custodias, que no se pre– ocupan de agregarle un vicemaestro. Recalde se siente desamparado, sin mucha salud y con un extremado sentido de responsabilidad (14). 259