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termina la primera promoc10n del seminario seráfico. Propone el custodio Serafín enviarlos a Pasto, con preferencia al comisariato de Argentima, por razón de distancias y de menos criollismo (4). Responde el ministro provincial: "Creo prudente esperar", antes de recurrir a Roma en demanda de traslado. Por febrero de 1961 se dirigen al noviciado de Pasto (Colombia) tres postulantes legos. Y por el mes de octubre les sigue, a fuer de vice– maestro, el P. Venancio de Huarte Araquil, al que habían precedido asimismo nueve alumnos seráficos. Otros cuatro, del curso anterior, vistieron el hábito de novicios en O'Higgins, el día 3 de marzo del mismo año 1961, por la cuota mensual de 2.000 pesos argentinos cada uno (5). En Pasto parece se suplía con el vicemaestrazgo del Padre Venancio, que en realidad hacía funciones de maestro, con sus tres lecciones diarias a los novicios sobre espiritualidad, franciscanismo y Regla seráfica; confesaba y dirigía comunidades de religiosas y predica– ba tandas de ejercicios (6). El día 15 de octubre de 1962 anunciaba fray Manuel de Avellaneda, custodio de Argentina, el regreso de los cuatro coristas ecuatorianos, que habían profesado el día de San Francisco. "No parece les ha probado bien el clima argentino", ni la indumentaria, especialmente la túnica. Consulta al P. Beizama si les permite acogerse a la autorización del padre provincial para usar "calzoncillo y pantalón" (7). Pérdida muy lamentada por propios y extraños, la del P. Venancio de H. A., que falleció a las 2'30 del 24 de diciembre de 1961. Gran concurrencia de pueblo y clero en sus funerales; todos pugnaban por llevarse reliquias del difunto. Halló Beizama sustituto en Langarica, al que había hecho regresar del Aguarico, lueg~ de cumplido su trienio de superior regular. Vive Langarica en Pasto como un novicio más, con cargo de vicemaestro y actuación de maestro, porque al titular le tenían ocupado en otros menesteres (8). Profesaron en Pasto seis novicios coristas el día 4 de octubre de 1962, entre ellos fray Ildefonso Gordillo de Pablo Arenas. En diciembre de 1963 profesan tres hermanos legos y el vice– maestro Langarica se reintegra a la custodia de Ecuador. Por desacuerdo entre los custodios de Bogotá, Quito y Pasto (3 de mayo de 1964) decide Manuel de Beizama que, provisionalmente, el noviciado ecuatoriano funcione en la casa vieja o antiguo convento de la capital, hasta reinstalarse definitivamente en Ibarra (9). 258