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296 que más tarde merecieron la aprobación de la Santa Sede, quedan– do de esta manera perfectamente regularizada. Desde que el M. R. D. Estanislao de Reus fué por primera vez a la Misión Guajira con el cargo de Custodio, ya pensó en llevar re– ligiosas a aquella región, recurriendo a las Religiosas Terciarias Capuchinas de Antequera, fundadas por el Capuchino R. D. Berna– bé de Astorga; pero sus esfuerzos todos quedaron en flor. Re lig io sas Terciaria s Capuc hina s del Vica riato de la Guajira Más larde, el Custodio M. R. P. Antonio de Valencia, patroci– nando la misma idea , trabajó mucho para que llegaran allí las Reli – giosas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia; pero tam– poco log ró ver cumplidos sus deseos; estaba reservada esta gloria al limo. y Rvmo . Vicario Apostólico D. Atanasio V. Soler y Royo . Estas beneméritas religiosas embarcaron por primera vez en Barcelona, el 11 de febrero de 1905, y formaron la expedición las Madres Sor Visitación de Manises, Sor Isabel de Benisa, Sor Clara de Beniarjó, Sor Purificación de Navarrés y Sor Elena de Barran– quilla.