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!2n Unos fabrican adobes; otros trabajan de carpintero, construyendo puertas, ventanas, bancos, taburetes y cuantos utensilios son nece– sarios. Otros se dedican a sacar la fibra del maguey, para tejer después mochilas, hicos, talegas y otros objetos. La agricultura está adelantadísima; allí, Fr. lnocencio de Beniel, lego, dispone de varias yuntas de bueyes, con las cuales prepara la tierra y acarrea los abonos a las huertas. La mayor parte de los alumnos están dedicados a la agricultura, quienes ya trabajan las tierras como se cultivan en la huerta de Murcia (España), de donde es el Hermano Fr. Inocencio, maestro muy perito. He aquí losfruto s cosechados en Canal pa rn la conducción de a.guas, construido por los a lamnos del Orfelinato de San SebasUán de R..ába,go (Nevada) , bajo la dirección de los nlisioneros 1921. Aparte de la gran variedad de hortalizas frescas o tiernas que diariamente se consumen en el Orfelinato, se han cosechado: pata– tas, 450 quintales; fríjoles, 102 quintales; maíz, 115 quintales; arvejas, 22 quintales; lentejas, 11 quintales; y garbanzos, 4 quin– tales. Además se ha cosechado avena, cebada y guijas para los animales. Las niñas se dedican a los oficios peculiares de su sexo, como son cortar y coser la ropa de todos los niños y niñas, lavar y re– mendar la ropa del uso de todos, asear y limpiar la casa y cocinar para todos. Además bordan primorosamente en malla y canutillo, hilan la lana, tejen medias y calcetines . Obsérvase, tanto en los

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