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261 bien atendida, ha tendido un puente sobre el río Calancala, que facilita a todos la entrada al Orfelinato. Como este centro es muy visitado por los riohacheros, que gustan asistir a las fiestas religio– sas del Orfelinato, ha dispuesto construir un templo mayor, para lo cual ha abierto una suscripción entre los devotos de San Antonio y admiradores de los Orfelinatos. Este Orfelinato es el primero que le cabe la gloria de haber enviado a España a uno de sus jóvenes guajiros para estudiar la carrera eclesiástica.