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236 Los indios, lo mismo que las indias, se cortan el pelo a rape, y esto lo hacen con el hierro de las flechas que usan. Las casas, entre estos indios, son como las de los otros indios del Vicariato: ranchos de paja y ramas de los árboles y hojas de las plantas. Estos ranchos los tienen muy limpios y muy aseados, pues suelen barrerlos dos veces al día . No se puede decir lo mismo El \1Ja ario Apostólico y los prime ros nJños motilon es ll evados al O rfelin ato de tían Antonio (Guajira) para instruirse de la limpieza de su cuerpo; aunque todos los días se bañan, tienen poco cuidado de sí mismos, pues al poco rato ya tienen la cara y las manos que da asco de verlos. Estos indios , en otro tiempo, han sido antropófagos; su poca delicadeza en la comida, nos recuerda algo de sus costumbres car– nívoras. Su alimento ordinario es el maíz y el plátano y la panela. Res– pecto del maíz tenían miedo de comerlo tostado, porque decían

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