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207 mas llegar nunca a San Andrés, y cuando más afligidos estába– mos, se descolgó un aguacero a las once de la mañana, tan recio y largo, que parecía iba a durar todo lo restante del día, sin tener un rancho donde albergarnos. Ateridos de frío, mojados hasta los hue– sos y muertos de hambre y cansancio, llegamos a las cuatro de la tarde a la ranchería de San Andrés. Pasamos la noche en la «Cansa-María», confundidos con los indios, que nos acosaban a preguntas, deseosos de saber el objeto de nuestro viaje . Nos acos– tamos, pero ellos continuaron hablando hasta la madrugada. Orador hubo que estuvo hablando desde las diez de la noche hasta las doce, sin ser interrumpido por ninguno de los oyentes .» Repuestos un tanto del cansancio, emprendieron el camino que va al pueblo de Riofrío, y desde allí, por Cincinati, a Santa Marta. El mapa que aquí presentamos indica el camino que llevaron nuestros exploradores; aunque el camino que, según ellos, debe abrirse, es el siguiente: De Santa Marta a Mamatoco, Horqueta, cabecera del Mendiguaca y Guachaka; desde aquí continúa el camino hasta encontrar el río Don Diego en la parte vadeable . De Don Diego sube el camino por una cuchilla del Chalui, para llegar al valle y pueblo de Palomino. Desde este lugar se puede ir en una sola jornada a Santa Rosa o Puebloviejo, cuando esté ter– minado el camino. De Puebloviejo, por detrás del monte Nannu, siguiendo la cuchilla y el playón de Dibulla, y de este pueblo, por la Enea y Camarones, a Riohacha . En seis días se puede hacer el viaje desde Santa Marta a Riohacha, sin grandes fatigas en todo tiempo. @J
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