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199 su cargo pastoral y parroquial, por lo cual, y a fin de poder llegar sin demora a la cabecera del enfermo, se optó, con permiso de la autoridad eclesiástica, por la bicicleta, que se utiliza para todo, menos para la administración del Santísimo Viático. En la segunda, o sea en Bogotá, se trabajaba igualmente con sus pujantes congregaciones, especialmente la titulada «De Acción de Gracias», que tiene por objeto la adoración diurna del Santísimo Sacramento, que se expone a las seis de la mañana y se reserva a las seis de la tarde, viéndose con este motivo concurridísima la C lase de nJiías al aire liht' e. d1~I O rfe.lina-l'o <l e Snn Antonio Iglesia de los Capuchinos, cuyas funciones religiosas revisten todos los días un esplendor inusitado . Las Misiones del Magdalena eran otro de los pu ntos donde los Capuchinos desplegaban su fervor y su entusiasmo por la causa católica y por el engrandecimiento de Colombia. Como el radio de acción del celo de los Capuchinos era tan vasto, y el personal escaseaba por estar mu y distribuído, a fin de no restar personal a la Misión Guajira, que era y es su principal objetivo, se pensó en dejar las Misiones del Magdalena; y puesto el proyecto en conocimiento de todos a quienes interesaba, al fin se renunció a dichas Misiones en 11 de diciembre de 1911, que más tarde pasaron a los RR . DD. Jesuítas . En fin, repetimos que el Orfelinato de San Antonio fué el