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CAPÍTULO XLIV <§hm o se r ioj a poL' las L'C/ 5 i oncs el e fa ! JLsiúzz SUMARIO: Aspec to de la Guajira. - Camino s. - Me dios de protección. - El v e híc ulo. - L a go le ta. - Tintes n e gros. - El n au fra gio . - ¿Quié n sa lva r á a lo s n á ufragos? - A c titud h er oica. - El en c u e ntro. - Por Dio s y p o r la civiliza ción. RDIENTE arena l, abrasado por los rayos del sol, únicamente refrescado por las escasas lluvias de invierno, es la Guaj ira . Los bosques también son escasos, no encontrándose de ordinúrio otra cosa que monte bajo y prade– ras, y de vez en cuando alg una ag uada . Caminos, no existe ninguno ; solamente se ven algunas sendas, que a cada paso se bifurcan en todas direcciones y que el viento se encarga de borrar con la movediza arena. Intentar la rgos viajes por esta región es una locura , y alguna vez, huyendo de los peligros que ofrece el mar Caribe, se viaja por tierra, acampando donde llega la noche, para repetir al siguiente día las mismas fatigas del día anterior . Como el sol es abrasador en esta región, los misioneros, para protegerse de sus ardientes ra yos, cuando via jan , cubren su cabeza con sombrero de palma , y sobre el hábito visten la ruana o poncho,

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