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CAPÍTULO XLIII !73:uebas poL' las que /Ía pasaclo el <!:~~fé/inalo e /' C:./r ele .Jan _ 'üzlorúo SUMARIO: Las primeras asilad as. - Enemigos del Orfeli– nato. - F alsedades y calumnias. - El primer desengaño. - T erribles amarguras. - Dos almas de temple seráfico. - Sus excursiones. - Trabajos y molestias recompensados. - Brilla la verdad. - Centro instruccionista. A institución del Orfelinato fué la nueva pos– tura que tomaba la Misión Guajira, ante la imposibilidad de civilizar al guajiro. Este Or– felinato comenzó con dos niñas, hijas de una misma madre, llamadas Carmen Avelina Sán– chez y Amalia Ocando. El 1 de junio de 191 O comenzó la ardua labor para los misioneros y misioneras Madre Visitación de Mani– ses, Sor Purificación de Navarrés y Sor Francisca de Barranquilla, como se ha dicho en el pasado capítulo. La idea del Orfelinato no agradó a muchos civilizados, verda– deros negreros y traficantes de vidas humanas y explotadores de los indios, los cuales, comprendiendo que esta obra, de prosperar, ilustraría a la nueva generación y generaciones siguientes, abrién– doles los ojos contra sus verdaderos enemigos, emprendieron