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149 antes de la guerra pasada, pero a causa de ella lo tuvimos que suspender. »Por varias razones lo desea poner aquí nuestra Misión: 1. 0 Porque es mejor clima. 2. 0 Porque los jóvenes del interior difí– cilmente irían a la costa, por el mal clima . 5.º Porque necesitamos mucho personal para los pueblos del nuevo Vicariato, y nuestra Provincia no puede por ahora prestar tanto contingente. Por otra parte, estamos aquí bastante fuera de nuestro centro y en difícil situación . En la casa que vivimos pagamos de alquiler, mensual– mente, 4.000 pesos; es pequeña, de malas condiciones, de tal modo que los Padres se ven delicados por causa de esto; y dentro de la Concepción casi, tres cuadras . .Si queremos alquilar otra de mayo– res condiciones y más cerca de la Iglesia, no la conseguiremos menos de 6 ó 7 mil pesos mensuales, cantidad que es imposible pagar no contando con otra cosa que con la Misa y alguna que otra limosna muy exigua. »Para obviar, pues, tantas dificultades y conseguir el fin arriba indicado, haría .Su .Señoría un servicio a nuestra Orden y Misiones de la Guajira si nos cediera el .Santuario de la Peña . El Capellán de él, Dr. Pardo, me ha dicho varias ve ces que si .Su .Señoría nos lo cede, lo dará con gusto, pues «que mucho ha deseado venga dicho .Santuario a manos de una Orden religiosa, porque como él dice, y tiene razón, viviendo una Orden religiosa allí, daría impulso al edificio y a la Congregación de Nuestra .Señora , y ayudaría al Párroco de Egipto a la evangelización por aquellas partes de la ciudad». »En cuanto a la Iglesia de la Concepción, nos sometemos a lo que ordene .Su .Señoría; si dispone que, no obstante de darnos la Peña, sigamos en dicha Iglesia, entonces la cosa será más fácil, porque para dos Padres y un f-Iermano se podría arreglar el local que está encima de la sacristía, y los demás vivirían en la Peña, preparando la casa para el noviciado. Y si quiere cedernos dicho .Santuario y dar la Concepc ión a otro sacerdote, nos someteríamos también. Lo que nosotros esperamos del corazón paternal de .Su .Señoría es que nos ceda el expresado .Santuario, sobre todo, porque así viviremos como debemos vivir, esto es, vida verdaderamente regular, pues bien comprenderá .Su .Señoría que los religiosos, tan lejos de la Iglesia, sin .Sacramentos y privados de otros alivios espirituales que se tienen estando la casa junto a ella, viven como el pez fuera del agua. »Hemos hecho una novena a Nuestra .Señora de la Peña, y es-