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CAPÍTULO XXXIII {t,~labléccLJse les C~tpuchinos Cll mo,golá SUMARIO: Conveniencia de tener ca5a en la capital de la República. - Iglesia de la Concepción. - Habitación de los religiosos. - Aseo de la Iglesia. - Culto extraordina– rio. - Congregación de HAcción de Graciasn. -Adoración Nocturna. - Otras congregaciones. NTRE los proyectos que acariciaba el Custodio P. Atanasio, uno era promover una fundación en la capital de la República, donde todas las congregaciones religiosas establecidas en la nación tenían su representación; era, pues, muy conveniente que los Capuchinos, que tenían las importantísimas Misiones de la Guajira, Nevada, Motilones y río Magda- ena, tuviesen también su casa en la capital de la República. Activo y celoso del engrandecimiento de la Orden Capuchina, el P. Atana– sio marchó a Bogotá, y provisto de las licencias del limo . Sr. Ar– zobispo de Bogotá, Dr. Bernardo Herrera Restrepo, y de las del Rvmo. P. General, fundó la nueva residencia en la Iglesia de la Concepción, situada en medio de la ciudad, cerca de la plaza del mercado y de los centros burocráticos ( 1 >. Al principio padecieron (l) Procedía •~ta Iglesia del an tiguo convenio de rel igiosas Concepcionistas.