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BIENVENIDO DE ARBEIZA ria, cuando, con fecha 17 de agosto de 1896, el Gobierno de S. M., por medio de una Real Orden, declaró a los Capu– chinos de Filipinas Misioneros de Uitramar 12 • Después de grandes dificultades, pudieron los PP. Ca– puchinos establecerse definitivamente en Filipinas, gracias al espíritu v1goroso del P. Berardo de Cieza, que nunca se amilanó en presencia de los innumerables obstáculos. El año 1896 gozaban de todos los privilegios, ventajas y exencio– nes de las demás Oraenes Religiosas. 12. Cfr. Corresp. de Carolinas, Cartas del Rvdmo. P. Llevaneras, 1887. En la carta citada da el P. Llevaneras a los misioneros algunos consejos i.,aternales. "Es mi voluntad, les decía, que tanto los Padres como VV. CC. se cuiden bien, usando de los mejores y más substanciosos manjares que ese país ofrece; pues ya saben que todo se necesita en esos climas que tanto debilitan. No teman que... lastimen a la santa pobreza, antes al contrario, agradarán a Dios y a mí"... Cfr. Carta del Rvdmo. P. Lie– vaneras a los Hermanos de la Ascensión, Carolinas. El Rvdmo. P. Llevaneras conocía por experiencia las molestias que causa a los euro– peos el clima de los trópicos; ya que él mismo, dejando por algún tiem– po sus ocupaciones y compromisos de España, vino a Filipinas primero, y luego a Carolinas en viaje de inspección. 44

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